KATARZYNA SZYMON – ESTIGMATIZADA POLACA    flower08.jpg

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ESTENOGRAMA PARA LA PELÍCULA „MAESTRO Y CATALINA”   

¿QUIÉN ERA CATALINA SZYMON? 

 

 

 ESTIGMAS   

Libro sobre Katarzyna Szymon   

Testimonios y diagnósticos de los médicos 

Testimonios de los asistente 

 

 Testimonios de otras personas

Catalina pasó toda su vida en la región de Katowice, conocida por el duro trabajo de los mineros que ahí viven, ganándose la vida en las minas de carbón. 

La gente que vive y trabaja allí es conocida por su devoción,  que muy bien puede ilustrarse con el viejo refrán  polaco que dice: ”Sin Dios ni siquiera pases el umbral de tu casa”  

Muchos de ellos oyeron hablar de Catalina pero sólo algunos la conocían. 

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Nos habla ahora Małgorzata Piksa, del pueblo de Studzienice: "Conocía a Catalina desde niña. Siempre la veía muy humilde, siempre con el rosario en la mano y siempre sonriente, tranquila, diciéndonos a menudo: no discutais por minucias, sed siempre conciliadores y amables. Y la veo así, modesta, limpia y amable con todos, con los jóvenes, con los viejos y con los niños.  Siempre escuchando a cada persona que le hablaba. 

 Los testimonios se pueden ver en la película

 

  

Nos habla ahora María Kuszka: Era una mujer muy buena y honrada. Me enseñó muchísimo. En algunos retiros espirituales no aprendí tanto como de ella. Para nosotros sin pedir nada, era un ejemplo a seguir. Cada día caminaba 7 kilómetros para llegar a la iglesia, sin importarle qué tiempo hacía. No pedía que la llevaran en coche, siempre iba a pie.   

Los sufrimientos de Catalina siempre se intensificaban durante la Cuaresma, entonces compartía sus dolores de manera especial con su Maestro. 

 

 Era Semana Santa. Cayó al suelo tres veces, tal como lo hizo Jesucristo. Se le abrieron las heridas. Pudo intuirse este dolor inmenso. Su rostro estaba muy pálido. Por el mismo lugar donde Jesucristo llevaba la corona de espinas, le salía sangre  por los poros. Contemplé en ella una agonía que me oprimió el corazón. No olvidaré aquellos momentos. Me pareció largo tiempo. El sudor le corría por la cara y las pupilas parecían rompersele, las lágrimas le brotaban. En tal estado permaneció unos 20 minutos, como si estuviese fuera de este mundo. Pensé que no iba a recobrar la consciencia.

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 Krystyna Bem dice: "Antes tenía la intención de entrar en un convento y por eso iba a misa frecuentemente. Participando en la Eucaristía, me fijé en Catalina, ya que muy a menudo la veía en la iglesia y veía que oraba muchísimo. También me fijé en su comportamiento de penitente, siempre oraba arrodillada. Estaba en la iglesia cuando yo llegaba y todavía se quedaba cuando yo salía.Visitaba al Santísimo Sacramento y la veía habitualmente con el rosario en la mano."

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Karol Kolba, abogado de Bielsko-Biała dice: "Catalina era una verdadera mensajera del cielo para los tiempos que ahora vivimos. Tenía ese carisma del dolor y de la oración y atraía a la gente, aunque no era esa su intención. Pienso que estaba dotada de un carisma especial, imán de amor y humildad que atraía a todos hacia ella. Bueno, a todos los que sabían reconocer los signos de los tiempos. La verdadera misión de Catalina era la oración del Rosario. Una persona que prácticamente no sabía ni leer ni escribir, podía conquistar con su Rosario las almas que acudían a ella. Esto nos recuerda las palabras del Evangelio de San Lucas, palabras adecuadas a cada uno: a los aduaneros: no cobren más de lo justo; a los soldados: no opriman a la gente y confórmense con su sueldo. Catalina decía más o menos lo mismo: "que cada uno se quede contento con lo que tiene, no desee las cosas materiales de tal manera que tenga que matar su espíritu". Catalina hablaba a la gente como lo hacía. San Juan Bautista, aunque desafortunadamente no todos le hacían caso. Ha sido una pena tener que despedirnos de Catalina, pero pienso que la misión que nos confió, intentaremos continuarla, recordando sus pensamientos y sus palabras. Podremos quizá atraer a muchos otros, que están lejos de Dios, alejados del  modo de pensar y actuar cristiano. 

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